La vida se basa en elecciones, elecciones que hacemos a cada instante, desde que decidimos abrir los ojos cada mañana, hasta que decidimos volver a acostarnos.
Cada elección tiene sus consecuencias inmediatas y consecuencias a largo plazo.
No siempre que elijamos lo que creíamos mejor las consecuencias serán las mejores, ni tampoco cuando elijamos algo por ser "lo menos peor" (si no es correcta la expresión permítanme utilizarla de todos modos) las consecuencias serán necesariamente malas.
Nacemos, crecemos, nos desarrollamos, y en ese crecimiento nos golpeamos una y otra vez. Depende de nosotros que esos golpes nos hagan más duros (como las durezas que salen en los dedos de los guitarristas) o que nos hagan más frágiles cada vez.
Las marcas van a estar, sí... pero somos nosotros quienes decidimos dejarlas para aprender o dejarlas para quedarnos mirándolas y no avanzar...
Si te caés una vez por tener los cordones desatados y no hacer caso, la próxima vez que los veas de ese modo, te vas a tomar los segundos necesarios para hacer el moño que te impida caer nuevamente... Y si elegiste (a pesar de haber comprobado las grandes posibilidades de caerte) seguir caminando con los cordones desatados, entonces una posible consecuencia de tu elección es que te golpees... Pero no le eches la culpa a nadie. Tuviste la posibilidad de aprender, de evitarlo y no quisiste.
Tomá los golpes que nos da la vida como una lección, como uno de esos piolines que se solían atar al dedo índice para recordarnos algo. No como una dureza que te impida abrirte ni como una quebradura pronta a romper tu estructura...
Si otra persona es responsable de tu golpe, no le guardes rencor... porque esa persona en cierta forma te enseñó una lección que em sí mismo no ha aprendido y probablemente nunca aprenderá...
Vive cada instante de tu vida amando, porque el amor es todo...
Cuando hacemos algo por amor no hay posibilidad de que salga mal (tampoco pensemos que cualquier pavada que hagamos vale) pero si uno pone buenas intenciones en lo que hace, en las elecciones que toma día a día, minuto a minuto, todo es más dulce...
Nadie dijo que la vida fuera siempre color de rosa (N. de R.: porqué rosa y no otro color?? Si alguien lo sabe, seré dichosa de aprender) solo depende de nosotros y la lente con la que elijamos verla día a día.
Vivir no es fácil, pero tampoco imposible, por algo estamos vivos.
Cada elección tiene sus consecuencias inmediatas y consecuencias a largo plazo.
No siempre que elijamos lo que creíamos mejor las consecuencias serán las mejores, ni tampoco cuando elijamos algo por ser "lo menos peor" (si no es correcta la expresión permítanme utilizarla de todos modos) las consecuencias serán necesariamente malas.
Nacemos, crecemos, nos desarrollamos, y en ese crecimiento nos golpeamos una y otra vez. Depende de nosotros que esos golpes nos hagan más duros (como las durezas que salen en los dedos de los guitarristas) o que nos hagan más frágiles cada vez.
Las marcas van a estar, sí... pero somos nosotros quienes decidimos dejarlas para aprender o dejarlas para quedarnos mirándolas y no avanzar...
Si te caés una vez por tener los cordones desatados y no hacer caso, la próxima vez que los veas de ese modo, te vas a tomar los segundos necesarios para hacer el moño que te impida caer nuevamente... Y si elegiste (a pesar de haber comprobado las grandes posibilidades de caerte) seguir caminando con los cordones desatados, entonces una posible consecuencia de tu elección es que te golpees... Pero no le eches la culpa a nadie. Tuviste la posibilidad de aprender, de evitarlo y no quisiste.
Tomá los golpes que nos da la vida como una lección, como uno de esos piolines que se solían atar al dedo índice para recordarnos algo. No como una dureza que te impida abrirte ni como una quebradura pronta a romper tu estructura...
Si otra persona es responsable de tu golpe, no le guardes rencor... porque esa persona en cierta forma te enseñó una lección que em sí mismo no ha aprendido y probablemente nunca aprenderá...
Vive cada instante de tu vida amando, porque el amor es todo...
Cuando hacemos algo por amor no hay posibilidad de que salga mal (tampoco pensemos que cualquier pavada que hagamos vale) pero si uno pone buenas intenciones en lo que hace, en las elecciones que toma día a día, minuto a minuto, todo es más dulce...
Nadie dijo que la vida fuera siempre color de rosa (N. de R.: porqué rosa y no otro color?? Si alguien lo sabe, seré dichosa de aprender) solo depende de nosotros y la lente con la que elijamos verla día a día.
Vivir no es fácil, pero tampoco imposible, por algo estamos vivos.